El siguiente artículo no es apto para personas que sufren de paranoia.
Cuando abres una página en Internet desde tu navegador, la información se transmite desde el servidor que alberga el sitio hasta tu computadora a través de una serie de “ruteadores” que están interconectados a todo lo largo y ancho del planeta y que utilizan TCP para transmitir datos entre ellos. Pero si crees que la distancia que recorren tus datos depende de la distancia física, estás muy equivocado. Por cuestiones económicas, la mayor parte del tráfico de datos pasa a través de Estados Unidos. Como ejemplo, se me ocurrió ver la ruta de los datos entre mi oficina y mi casa a través del programa “traceroute”:
Como podrás ver, a pesar de que la distancia física entre los dos lugares es de solo unos kilómetros, la información que yo manejo entre estos dos puntos pasa por Dallas y Los Angeles antes de llegar a su destino, además que pasa por un punto que no pude identificar justo antes de que regrese a México la información. Claro que aquí estamos hablando de dos compañías proveedoras diferentes, Intercable y Telmex, y habría que ver que pasa cuando los datos son entre dos puntos distintos dentro del mismo proveedor, pero aun así, mi información anda en todos lados.
¿Pero que tiene esto que ver con la paranoia? Simplemente que el Congreso de Estados Unidos está introduciendo una nueva ley (RESTORE Act) que permitiría a la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) mantener vigilancia constante sobre toda la información de voz y datos que pasa por los “backbones” estadounidenses. ¿Y porqué tendrías que preocuparte de esto si no hago nada ilegal? Pues simple y sencillamente porque este tipo de poderes siempre han dado lugar a abusos por parte de alguna gente sin escrúpulos, y mientras mayor sea el poder mayor será la tentación.
El otro día leí un término que me llamó mucho la atención: “Los cuatro jinetes del Apocalipsis informático” y se refiere a como el gobierno puede asustar a la gente para que le de más poderes utilizando cuatro “enemigos comunes”: terroristas, traficantes de droga, secuestradores y pornógrafos infantiles. Y no digo que no sean enemigos, sino que el gobierno los usa como el “Cuco” para asustarnos y que renunciemos a nuestra libertad y/o privacidad sin cuestionar quien se va a asegurar que no haya abusos (Quis custodiet ipsos custodes?). Desafortunadamente, en México (y en Monterrey) también he visto algo de esto (Toques de queda aprobados por la mayoría, etc, que ya se ha comentado al respecto extensivamente en la blogósfera).
Siempre que veo este tipo de noticias me acuerdo de la frase de que se le adjudica a Benjamín Franklin:
“Aquellos que renuncian a Las Libertades Esenciales para comprar Seguridad Temporal no se merecen Libertad ni Seguridad”.
A mi no me preocupa tanto por el simple hecho de que yo ya estoy en Estados Unidos, así que…
Por otro lado, tienes razón en lo que dices de la privacidad. Es un peligro grande, y al final del día, alguien tiene que ser lo suficientemente honesto como para no excederse en sus facultades. Tal vez no estariamos tan paranoicos si el Presidente de Estados Unidos no fuera George Bush…
En cualquier caso, podría ser peor… Por ejemplo, el Internet podría estar regulado por leyes tan irresponsablemente represivas como la Reforma Electoral de 2007 en México.