La verdad, ya me había desconectado de las noticias de ámbito político. Después de un tiempo, todo parece ser lo mismo. Que si un partido ataca a otro, que si siempre no, que si hay acuerdos, etc. Cuando teníamos el plantón, había una tensión mayor que se podía palpar, pero desde la famosa Convención, donde por fin le cumplieron el capricho a Andrés Manuel de llamarlo "Presidente", las cosas se han tranquilizado un poco, cuando menos para los que no vivimos de la política. Yo creo que, como reza un dicho en inglés, "Out of sight, out of mind" (Fuera de la vista, fuera de la mente).
Sin embargo, uno de los últimos comentarios que recibí ayer me hizo recordar algo que quise comentar en su debido tiempo, pero que después se me olvidó. El viernes 15 de Septiembre, un día antes del desfile (y de la Convención Dedocrática), en el noticiero de la mañana de Imagen, Ciro entrevistó a Elena Poniatowska acerca del comentario que había hecho en contra de Cuahutemoc Cárdenas, de que tenía envidia de AMLO (la verdad, no se quien pudiera envidiar la situación del Sr. López, quien casi logró llegar a la presidencia pero por su propia arrogancia perdió) y también acerca de la carta que le dirigió el Ing. Cárdenas como respuesta.
Lo que más me llamó la atención de la entrevista (además de que no refutó ninguno de los argumentos de la carta, sino que solo se limitó a ratificar su posición de calificar a Cárdenas de envidioso), fue la respuesta a una pregunta que Ciro le hizo, acerca de que si ella quería que Andrés Manuel se declarara presidente legítimo durante la convención. La respuesta de Elena fue algo como "yo he estado abogando por que el nombramiento de AMLO sea el de coordinador del movimiento, pero cuando estemos en la convención y todos griten presidente, yo también voy a gritar presidente". Es decir, la supuesta "intelectual" razonó que nombrar al Sr. López presidente era algo erróneo, sin embargo en lugar de mantenerse firme en sus convicciones, se dejó llevar por lo que le dicten los demás. Y me quedé pensando, si los intelectuales, con su capacidad de discernir los eventos, y que inclusive no están de acuerdo con el nombramiento de "presidente legítimo", a la hora de los trancazos nomás están levantando la mano como borregos, que podemos esperar del resto de los "seguidores" de Andrés Manuel.