Entre todos los conflictos, dudas, arrebatos, etc. que ha generado la negativa del Peje a aceptar su derrota, yo tengo algo que agradecerle. Usualmente soy muy apático en cuestiones de política, y cuando puse este blog (hace casi un año), no sabía que decir (y por lo mismo, a la gente no le interesaba me imagino).
Fuera de algunas historias de cuando iban a derrumbar la torre San Jerónimo (que por cierto ahora están construyendo otra más grande, a unos cuantos metros de la original), y de echarle piedras o rosas a uno que otro establecimiento, no tenía una idea clara de que quería poner aquí. Yo sabía que tenía ganas de escribir, pero el trabajo y la familia siempre son primero, y como que sentía que estaba hablando de cosas zozas, y no quería dejar eso como mi legado.
Ahora, en una semana he escrito más de lo que he escrito en un año, he tenido más visitas también, y he arreglado algunos detalles "técnicos" que no sabía que tenía con respecto a mi blog. Y todo gracias a la indignación que siento acerca de la actitud del ex-candidato a la presidencia del PRD (porque si ya pasaron las elecciones, ya no es candidato, ¿o si?).
Ahora me encuentro en una disyuntiva. ¿Sigo hablando del Sr. López, a riesgo de parecer de ultra-derecha, panista o alguna otra cosa peor? Lo que hago para vivir no tiene nada que ver con la política, y la verdad nunca me ha gustado la política (aunque ultimamente le he agarrado sabor). ¿Regreso a mis artículos zozos, carentes de pasión? Más aún, ahora siento un compromiso hacia todas aquellas personas que participan aqui, las que estan de acuerdo y en desacuerdo conmigo, y que se han tomado la molestia de seguir aquí a pesar de mis desvarios y teorías de conspiración. Según feedburner, ¡Tengo más suscriptores que los 6 lectores que tiene Catón!
En fin, veremos que pasa. Aun así, reitero mis gracias al Peje, por encender mi pasión por escribir, aunque sea de sus peje-ndejadas.